13 julio 2004

Burbujas

Cuando era pequeña me compraron varias veces un cacharro de esos que hacían pompas de jabón....

Nunca pedí ninguno, porque la verdad es que no me atraían en absoluto....Eso de soplar (en vano la mayoría de las veces), para ver crecer algo que tarde o temprano iba a reventar en mis narices mientras observaba impávida o en mis manos al intentar atraparlo no me parecía nada divertido, sino más bien estúpido, ilógico o cruel...

Peor aun era cuando veía a otros niños que hasta corrían detrás de las burbujas una y otra vez, incansables, aun a sabiendas de que explotarían tarde o temprano....

Un día descubrí a un niño que después de muchos intentos fallidos, traía en la palma de su mano, casi flotando, levitando sobre ella, una hermosa burbuja de jabón... el niño caminaba despacio, sin apartar la vista de ella, mimándola hasta el extremo de dedicar a conservar su integridad cada uno de los movimientos de sus músculos... La burbuja reflejada la luz en un perfecto arco iris que teñía el suelo de albero del parque, brillaba y parecía que hasta tintineaba.. Su fragilidad la hacía aun más bella...

Y el niño se sentó a contemplar su burbuja, a disfrutar de ella con sus cinco sentidos, a obviar el resto del mundo mientras su burbuja gozara de vida...

Recuerdo que sentí dolor cuando una ráfaga de viento la hizo estallar en el aire, dejando la mano hueca, vacía y húmeda..... El niño se secó la mano en el pantalón, se levantó y siguió jugando, no recuerdo si volvió a las pompas o no...

Aprendí que hay personas en el mundo que saben disfrutar de los regalos que la vida les hace mientras estos duran y son capaces de continuar viviendo del mismo modo que lo hacían cuando mueren éstos, porque no pretendieron hacerlos eternos y otras personas que no pueden evitar seguir mirando con eterna melancolía la mano húmeda, venerando cada huella que de lo que hubo,quedó sobre ella.... Los primeros son supervivientes natos. Los segundos eternos nostálgicos que van sucumbiendo y muriendo día a día un poco en sus sueños....

Necesito sobrevivir.

2 comentarios:

La Garrapata Vegetariana dijo...

Los niños somos nosotros libres de prejuicios leí por algún lugar. Ese niño al que contemplaste, estaba absorto en ese universo en particular: la burbuja, sus colores, la forma, su dependencia, su belleza.
El niño es una maquina devoradora de conocimientos, él adoro esa fragilidad instantánea y siguió con su vida, porque así debe ser, no se puede morir con cada cosa que se desprende de ti.

En otros aspectos, me alegro que hayas vuelto.

Anajarate (Gertru Vargas) dijo...

Me alegro de que tú estés aquí cuando vuelvo

Andas un poco para allá y para acá tú también....

Besos Garrapata, y escribe, escribe, escribe...