25 noviembre 2004

Encantadora de serpientes

Mujer en la sombra...

No soy la fulgurante estrella, pero no soy ciénaga podrida.
No soy la fresca hierba del prado, pero no soy el fango maloliente.
No soy la dulce papaya, pero no soy la amarga cicuta.
No soy el florido Mayo, pero no soy el gélido Enero.

Tengo hambre de cazadora y tengo el terror de la presa.
Desprecio las madrigueras cobardes pero necesito guarida.
Me cubre la piel el cuerpo y tengo el alma desollada.
Me hiela el soplo del viento y me abrasan las entrañas.

Mi flauta desprende flores y las serpientes se encantan.
Mi boca grita conjuros y el deseo los propaga.
Mis manos hacen ungüentos y las heridas se sanan.

Mis besos se mueren dentro y se los bebe mi alma.

No hay comentarios: