11 enero 2005

Presión

Sísifo en su ciego y estúpido empeño por llevar la roca a la cima,
como si creyera de veras que podrá hacerla rodar al otro lado,
como si no quisiera entender que no hay más ladera
que la que con pies sangrantes marca una y otra vez dejando en ello su vida..


El peso de un cielo que me pone siempre a prueba.


El burdo espejismo de la esperanza
de creer que hay una razón;
de creer que no somos juguetes del caprichoso dios.


La certeza de que el orgullo
me obligará a quedarme en pie;
a avanzar con el peso a la espalda...



Pero hoy me exijo a mí misma
el derecho
a no querer caminar.








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