13 diciembre 2004

Una rendija para posar mis labios

Los que me leeis ya estais familiarizados con esa tenebrosa sensación de singular mala suerte (mal fario le llaman mis gitanos)que planea sobre mi a menudo...

He estado ausente; me raptaron una ciática que me tiene encerrada en casa desde hace dos semanas y un virus que se merendó a mi flamante ordenador nuevo que prometía ser mi salvación y mi vínculo al mundo exterior durante esos días...

Volví a mi portátil para deciros cómo os añoro y cúanto deseo volver.

Os beso desde el corazón, que es lo mejor que pusieron en mí.

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