28 diciembre 2004

Encrucijada




Como paisaje desolado tras una explosión
contemplo ante mí el sendero...

En silencio escucho el adios,
en silencio oigo la voz que me llama,
en silencio siento un corazón latir, pero no sé con qué fuerza...
Siento su mano que me empuja
y oigo su llanto que me aguanta...
en silencio distingo un sueño entre la bruma
que se desvanece si alargo mis dedos para tocarlo...
en silencio miro al frente y
mis alas luchan por desentumecerse...
en silencio vuelvo la vista
al nido vacío y estéril, pero cálido y querido...

Aun atesoro la rosa
que corté
y nadie tomó de mi mano...
y sólo consigo sentir sus espinas
mientras me embriaga el olor
de sus pétalos marchitos...

No hay comentarios: