29 octubre 2004

Amaneció un día...

Hoy amaneció.
No era un día especialmente brillante ni lleno de luces..más bien gris.
No había señales en el cielo, ni nubes blancas y candorosas que presagiaran maravillas.

Pero estaba yo, asomada al balcón, en camisón, la brisa del amanecer cortándome fresca la cara; me sentí bella, me miré desde la imaginación al pie de la calle , asomada al balcón, los brazos cruzados, en camisón, descalza con el pelo suelto y revuelto por el frío aire; me dije:
"Esa eres tú, la que mira con ojos perdidos más allá del horizonte que te fue dado,y sonríe; la que no espera que amanezca para bajar de la cama y empezar el día; la que se llena los ojos de lágrimas por el dolor y la risa y se las bebe para que ellas arranquen su imponente maquinaria; esa que tiene las manos hermosas de tirar de carros cargados de historias y sueños ajenos; esa que prende la llama de los ojos que la miran, esa que ama con rabia y lucha con loca ceguera insurgente; esa que ata tobillos al puente cuando arrecia la tormenta y araña momentos de gloria a la rutina; esa que está ahí asomada al balcón, descalza, casi desnuda y sola, arropada por el cielo y sostenida por la tierra, esa es la mujer que tú hiciste de la niña que escribía sus memorias con letras góticas en papel higiénico.¿Cómo dejaste que ésta imagen se la tragara la niebla?"

Cayeron gotas de lluvia y el viento sopló más fuerte.
Abrí los brazos,
cerré los ojos,
me salpicaban las nubes llorando;
soy el mascarón de proa de mi barco bucanero,
y desnuda, descalza y sola
me voy a romper las olas
y a conquistar a sablazos
los tesoros que me roban.

1 comentario:

Gaddira dijo...

precioso, tenía ganas de leer algo tuyo que me hiciera sonreir, que me regalara una imagen tuya feliz, fuerte y decidida. Un besito niña, sonrieeeeeeeeeeeee