04 octubre 2005

Inanición






No me harían falta ojos;
puede quedárselos, si le place.
Mi corazón ve igual.



Me gustaría conservar las manos;
puede que las quiera, es de esperar.
Pero son mías.
Una mano ni se pide ni se entrega.
Se toma. Y se la hace acariciar.



Los labios aun no sé.
Porque son rápidos
y tienen hambre , como usted.
Y se marcharán a buscarlo, de cualquier modo.
Así que sí, tómelos.



Por lo demás,
usted sabrá.

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