24 septiembre 2004

El discurso de la mentira

Me he mirado al espejo de mi propia vida, un día más.

He levantado una ceja, he intentado buscar un solo motivo por el que no seguir mintiéndome.

He cerrado los ojos con intención de reunir fuerzas y lanzarme al vacío. He vuelto a abrirlos.
No quiero saltar porque ahora sé que no me espera ninguna red debajo. Siempre me hice trampas; siempre me miré en el espejo equivocado; siempre me confundí con otra.

Soy tan cobarde que no me atrevo ni a decirme la verdad.

2 comentarios:

La Garrapata Vegetariana dijo...

Todos sabemos que el mundo es, a través de los ojos de cada individuo totalmente diferente, la percepción que tenemos de la realidad es totalmente subjetiva.
Por lo tanto (y por consiguiente) la verdad es subjetiva, porque siempre se utiliza de un medio imperfecto para su transmisión. o sea, el hombre.

Anajarate (Gertru Vargas) dijo...

Garrapata, a veces quisiera poder cambiarme los ojos que tengo por otros, para ver otro mundo, para ver el mundo de otro modo...a veces me gustaría, a veces lo necesito ver de otro modo para seguir en él, para querer de nuevo, para que no me duela tanto estar aquí, para no desear escaparme y desaparecer...

Te he extrañado. Besos.