21 abril 2004

Hay momentos en los que todo se pone tan feo, que hasta empiezas a encontrarle el sentido a las cosas que no lo tienen. A veces es de agradecer, porque en esas situaciones, resulta que es cuando ocurre algo que de repente empieza a liberar tu alma del peso que la atosiga.

Es imperdonable como el ser humano es capaz de abstraerse de la realidad que lo circunda cuando tiene algo dentro, por ínfimo que sea,que le preocupa personalmente. Parece que todo el mundo se obvia ante el tamaño ridículo de los problemas de uno. Y esa es la tragedia humana. Que ante el dolor propio, nos quedamos ciegos para nada más: hasta el más altruista y generoso de los seres pierde la capacidad de superar su horizonte y mirar con nitidez más allá de sus propias narices. Tarde o temprano eres un@ más, si alguna vez fuiste distint@..... Alguien te lleva a diluirte en la masa, la vida se encarga de ir limando tus aristas, por muy bien definidas que las tuvieras.. y te va haciendo amorfo, como tod@s l@s demás.

Hoy he perdido una amiga, me he cambiado a mí misma la esperanza por la rabia; me han tirado a la cara una cucharada de realidad absolutamente insolente. La vida me ha retado a seguirle el juego zafio y burdo del rencor. Me ha invitado a bailar el tango del despecho, me ha enseñado el tercer as, que también se sacó de la manga...pero a la vez me ha liberado del peso de la culpa y del miedo: No hay nadie a quien defraudar, porque a nadie le importas.

La vida no tiene por qués , ni para qués.... Solo es un corral donde tarde o temprano, alguien te saca al ruedo y te hace pelear.... y no hay más motivo para ello que que alguien está pagando por ver una pelea.

Por eso, solo te queda afilar los espolones, sacar pecho y henchir plumas.. y aprovechar tu minuto de gloria.......

Y es triste que a mí, precisamente, me estén ocupando el alma con negrura....

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