En el lugar donde vivo la gente es incapaz de resistirse a salir de casa ... los habrá que sí, claro está... pero yo no soy una de ellos.

... me tortura pensar que hay millones de cosas ocurriendo al otro lado del cristal de mi ventana, y que dentro de mi casa solo ocurro yo y mis cosas..a veces tan insignificantes, a veces tan intensas, a veces tan terribles y a veces tan bellas...

No sé de cuántos días estará llena mi vida, y a veces estoy segura que serán muchos, porque cuando la vida pesa es cuando más se queda.... y en estos días me pesa vivir..

Cada día amanezco con la esperanza de ver un haz de luz que se abre paso por las tupidas cortinas de mi existencia; me desconcierta comprobar que a pesar de que me afano por tirar de ellas y a veces hasta creo haberlas arrancado de cuajo en la increíble furia con que jalo, siempre caen pesadas de nuevo, polvorientas, inanimadas.. se resisten a dejar de cubrir el balcón de ayer....Son mohosos testigos de la decadencia, carceleros impíos de la libertad, cancerberos crueles de mis asaltos a la vida... a veces pienso que se me apagó la luz....y no puedo resignarme a la tiniebla...