19 mayo 2004

La Edad de la Inocencia

Muchas veces me he preguntado a mí misma cuándo nos hacemos mayores, cuando maduramos, cuando crecemos...cuando dejamos de ser niñ@s para ser adultos, cuándo es que abandonamos la edad de la inocencia.
Solía darme otras respuestas muy distintas a las que me doy ahora. Creo que yo me he hecho mayor en este último año y medio.

Fui una niña adulta desde que tengo recuerdos. La vida no me dejó otra opción. Quizás crecí pensando que ser como yo era,era ser niña, pero no lo era. Yo fui mamá de mis hermanos, especialmente del pequeño, cuando debía ser niña de mis padres; fui enfermera de mi madre cuando debí ser objeto de sus mimos, fui bastón de mi padre cuando tenía que haber sido causa de sus inquietudes. Fui modelo de responsabilidades cuando tenía que haber hecho travesuras.... Supieron, gracias a Dios, camuflarme el mundo real de tal modo, que viví mi infancia sintiéndome la protagonista de una hermosa novela de esas en que la heroina es una abnegada jovencita que lucha sin descanso en un mundo hostil con las únicas armas de su bondad casi rozando la santidad... Mi padre me hizo sentir que era una Juana de Arco, o que tenía madera para ello; aprendí sin darme cuenta a imaginar lo que la vida no me daba, y de ese modo nunca lo eché en falta...Fui inmensamente feliz, hice inmensamente feliz a los que me rodeaban y asumí que así iba a ser toda la vida, al fin y al cabo, no me costaba nada vivir de ese modo, lo había hecho siempre...

Tuve mi adolescencia rebelde,claro está, como todo el mundo, y mis padres se quejaban, claro está, como los de todos y todas, no lo dudo,.... pero hoy no me explico de qué se quejaban tanto... mi rebeldía consistió, hoy lo veo, en vestirme rara y en empeñarme en salir con el chico equivocado.... Nunca transgredí ninguna norma establecida, nunca me salí del camino lo suficiente como para que nadie se alarmara, nunca causé ningun altercado llamativo..... Mi único problema era que tenía debilidad por rodearme de "gente baja" como las llamaba mi abuela, si mal no recuerdo... "Una señorita de buena familia debía tener otros horizontes".... Y no veas si aprendí a vivir. ¡Que felicidad ser "gente baja"!...por cierto.... esto se està alargando....sigo mañana!

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