10 diciembre 2005

Tempestad en ciclo






Me pregunto:
si me anida la calma en su costumbre
¿enmudecerá mi boca y se callará mi mano?
¿O se irá pausada la memoria
a buscar ventiscas y huracanes?
¿O correrá mi esencia toda
a registrarse en el vagón de expatriados?



Si me acomoda la esperanza acaecida
¿se cegará mi febril carcajada de loca de atar?
¿O caerán a mis pies las escamas de los ojos de cualquiera
que me recuerde que no soy quien pude ser?



Y si me miro en el agua sin olas
y me deshago en olor en el viento en paz,
¿me dejará de morder la boca,
me dejará de escocer la piel,
me dejará de explotar la palabra
entre el labio y el mar?

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