25 enero 2006

Paralelismo

Apartada la posibilidad de empezar.
Entendido que no soy si tú no eres.
Abrazada la certeza de no estar.
Coronada la verdad de que me mientes.



Me despierto con los ojos en tu piel
te despiertas con las manos en mis senos;
nos dormimos con la náusea de la hiel
y morimos en la urgencia de lo ajeno.



Mentiré cuando pregunten por tu nombre;
te mentirás si te preguntas el mío;
y callarás, porque sabrás muy bien por dónde
nos dejó atadas las manos el frío.

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