
Arrebatadora
y ciega de luz.
Recordándome que no pasa el tiempo en vano.
Escondida
y a las claras secreta.
Imaginándome otra en tu orilla eterna.
Estrellada tu noche
y tu día quieto.
Regalándome el sueño, me arrulla tu nana.
La vida está preñada de magia. No dejes que nadie te convenza de lo contrario.