Van dos vasos de tequila.
Quiere decir que no hemos hecho más que empezar.
Me alegro porque me encanta ver la cara de mis dos compañeras cuando la sal les toca los labios y el tequila empieza a correr garganta abajo esperando que el limón remate la faena de ponerles la nariz arrugada y de sacarles la lengua el tiempo justo de tomar un sorbo de aire que las refresque.
- "Me encaja el cuerpo este tequila, niña"
- "Uy, y a mí"
Y pienso: A mí también; me encaja el cuerpo, y tomarlo aqui en la barra con vosotras, riéndo como vulgares camioneras que llevan toda su vida juntas en ruta, me encaja también el alma.
Puedo ser tan feliz con tantas pequeñas cosas que son enormes en realidad, que no tendría perdón si no llenara de nuevo el vaso, brindara a vuestra salud, sonriera con malicia y me echara el trago a pecho para celebrar mi vida.
Os quiero, locas.
La vida está preñada de magia. No dejes que nadie te convenza de lo contrario.
30 octubre 2004
29 octubre 2004
Amaneció un día...
Hoy amaneció.
No era un día especialmente brillante ni lleno de luces..más bien gris.
No había señales en el cielo, ni nubes blancas y candorosas que presagiaran maravillas.
Pero estaba yo, asomada al balcón, en camisón, la brisa del amanecer cortándome fresca la cara; me sentí bella, me miré desde la imaginación al pie de la calle , asomada al balcón, los brazos cruzados, en camisón, descalza con el pelo suelto y revuelto por el frío aire; me dije:
"Esa eres tú, la que mira con ojos perdidos más allá del horizonte que te fue dado,y sonríe; la que no espera que amanezca para bajar de la cama y empezar el día; la que se llena los ojos de lágrimas por el dolor y la risa y se las bebe para que ellas arranquen su imponente maquinaria; esa que tiene las manos hermosas de tirar de carros cargados de historias y sueños ajenos; esa que prende la llama de los ojos que la miran, esa que ama con rabia y lucha con loca ceguera insurgente; esa que ata tobillos al puente cuando arrecia la tormenta y araña momentos de gloria a la rutina; esa que está ahí asomada al balcón, descalza, casi desnuda y sola, arropada por el cielo y sostenida por la tierra, esa es la mujer que tú hiciste de la niña que escribía sus memorias con letras góticas en papel higiénico.¿Cómo dejaste que ésta imagen se la tragara la niebla?"
Cayeron gotas de lluvia y el viento sopló más fuerte.
Abrí los brazos,
cerré los ojos,
me salpicaban las nubes llorando;
soy el mascarón de proa de mi barco bucanero,
y desnuda, descalza y sola
me voy a romper las olas
y a conquistar a sablazos
los tesoros que me roban.
No era un día especialmente brillante ni lleno de luces..más bien gris.
No había señales en el cielo, ni nubes blancas y candorosas que presagiaran maravillas.
Pero estaba yo, asomada al balcón, en camisón, la brisa del amanecer cortándome fresca la cara; me sentí bella, me miré desde la imaginación al pie de la calle , asomada al balcón, los brazos cruzados, en camisón, descalza con el pelo suelto y revuelto por el frío aire; me dije:
"Esa eres tú, la que mira con ojos perdidos más allá del horizonte que te fue dado,y sonríe; la que no espera que amanezca para bajar de la cama y empezar el día; la que se llena los ojos de lágrimas por el dolor y la risa y se las bebe para que ellas arranquen su imponente maquinaria; esa que tiene las manos hermosas de tirar de carros cargados de historias y sueños ajenos; esa que prende la llama de los ojos que la miran, esa que ama con rabia y lucha con loca ceguera insurgente; esa que ata tobillos al puente cuando arrecia la tormenta y araña momentos de gloria a la rutina; esa que está ahí asomada al balcón, descalza, casi desnuda y sola, arropada por el cielo y sostenida por la tierra, esa es la mujer que tú hiciste de la niña que escribía sus memorias con letras góticas en papel higiénico.¿Cómo dejaste que ésta imagen se la tragara la niebla?"
Cayeron gotas de lluvia y el viento sopló más fuerte.
Abrí los brazos,
cerré los ojos,
me salpicaban las nubes llorando;
soy el mascarón de proa de mi barco bucanero,
y desnuda, descalza y sola
me voy a romper las olas
y a conquistar a sablazos
los tesoros que me roban.
28 octubre 2004
Balada de Otoño
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.
Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece
un niño que el viento mece
con su balada en otoño.
Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía,
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo,
y a veces como un lamento
y a veces viento.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados
sobre los campos, llueve.
Te podría contar
que esta quemándose mi último leño en el hogar,
que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy
todo lo que soy,
porque estoy soloy tengo miedo.
Si tú fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.
Entonces, olvidando
mi mañana y tu pasado
volverías a mi lado.
Se va la tarde y me deja
la queja
que mañana será vieja
de una balada en otoño.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados...
Joan Manuel Serrat
---------------------------------------------------
Me acompañó desde niña.
Fue la voz de mi conciencia y de mi alma mucho tiempo.
Me canta la vida desde que supe vivir.
Hoy necesité oirle; y él volvió a cantarme.
Alguien me dijo que sufre; y yo volví a escucharle.
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.
Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece
un niño que el viento mece
con su balada en otoño.
Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía,
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo,
y a veces como un lamento
y a veces viento.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados
sobre los campos, llueve.
Te podría contar
que esta quemándose mi último leño en el hogar,
que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy
todo lo que soy,
porque estoy soloy tengo miedo.
Si tú fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.
Entonces, olvidando
mi mañana y tu pasado
volverías a mi lado.
Se va la tarde y me deja
la queja
que mañana será vieja
de una balada en otoño.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados...
Joan Manuel Serrat
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Me acompañó desde niña.
Fue la voz de mi conciencia y de mi alma mucho tiempo.
Me canta la vida desde que supe vivir.
Hoy necesité oirle; y él volvió a cantarme.
Alguien me dijo que sufre; y yo volví a escucharle.
26 octubre 2004
Lola
Lola intentó no transportarse a la mente de los transeúntes que desde la acera de enfrente trataban de cruzar a este lado. Era más que probable que hubieran presenciado la escena y ahora estarían escribiendo mentalmente sus propias versiones de lo sucedido antes, durante y después de ella. La pura realidad era mucho más sencilla, puede que incluso hasta más cruel: ninguno de ellos había prestado la más mínima atención a lo ocurrido, ni tan siquiera la visión de aquella mujer en medio de la carretera, con ambos brazos a los lados de su cuerpo, inmóvil e indecisa les había hecho distraerse lo más mínimo de sus preocupaciones y quehaceres. Lola debería darse cuenta más a menudo de lo insignificante que puede resultarle al mundo su existencia. De ese modo se ahorraría un gran número de sensaciones, sentimientos y pensamientos que demasiado frecuentemente colapsaban su mente y su corazón.
Un coche pasó a toda velocidad, levantando a su paso una cortina de agua que minutos antes, yacía plácidamente sobre el asfalto. La pequeña ola cubrió a Lola al tiempo que las primeras lágrimas empezaban a rodar ya incontenibles por sus mejillas. Ahora ya daba igual. Nadie sería capaz de distinguir entre el agua del charco y la de sus ojos, excepto ella, y casi tampoco: las dos sabían a la misma podredumbre y suciedad. Avanzó un paso decidida a que el próximo coche que pasara decidiera por ella si merecía la pena continuar viva. La respuesta fue un monumental frenazo y un ensordecedor toque de claxon. La suerte seguía ausente en el escenario. Decidida a no contradecir al destino, cruzó la calle prestando nula atención al energúmeno que sacaba la cabeza por la ventanilla y se desgañitaba en vano lanzando improperios y blasfemias. Lola sonrió. Había conseguido que alguien se parara y le dedicara al menos diez segundos de su mañana. Entró como por inercia en una cafetería. Se sentó en una mesa en la esquina más escondida que encontró en el local y sacó de su bolso un pañuelo y el móvil. Miró la pantalla con esa absurda esperanza con que siempre la miraba y volvió a dejarlo en el bolso con la misma triste desilusión y miserable autocompasión con que siempre lo devolvía a su lugar. Se secó la cara a tiempo de que el camarero que se acercaba pudiera distinguir sus oscuros ojos entre el blanco del papel y el negro de los cabellos que caían mojados sobre ellos. Pidió un café, esa ancestral y bendita medicina que se había convertido en la panacea, afortunadamente fácil de conseguir, con que Lola ponía punto y aparte a cada acto de su drama particular.
El camarero le sonrió. Lola levantó la cara y le devolvió la sonrisa. Los hombres le sonreían a menudo. Las mujeres ocasionalmente. Los hombres la herían siempre y las mujeres solo alguna vez.
Un coche pasó a toda velocidad, levantando a su paso una cortina de agua que minutos antes, yacía plácidamente sobre el asfalto. La pequeña ola cubrió a Lola al tiempo que las primeras lágrimas empezaban a rodar ya incontenibles por sus mejillas. Ahora ya daba igual. Nadie sería capaz de distinguir entre el agua del charco y la de sus ojos, excepto ella, y casi tampoco: las dos sabían a la misma podredumbre y suciedad. Avanzó un paso decidida a que el próximo coche que pasara decidiera por ella si merecía la pena continuar viva. La respuesta fue un monumental frenazo y un ensordecedor toque de claxon. La suerte seguía ausente en el escenario. Decidida a no contradecir al destino, cruzó la calle prestando nula atención al energúmeno que sacaba la cabeza por la ventanilla y se desgañitaba en vano lanzando improperios y blasfemias. Lola sonrió. Había conseguido que alguien se parara y le dedicara al menos diez segundos de su mañana. Entró como por inercia en una cafetería. Se sentó en una mesa en la esquina más escondida que encontró en el local y sacó de su bolso un pañuelo y el móvil. Miró la pantalla con esa absurda esperanza con que siempre la miraba y volvió a dejarlo en el bolso con la misma triste desilusión y miserable autocompasión con que siempre lo devolvía a su lugar. Se secó la cara a tiempo de que el camarero que se acercaba pudiera distinguir sus oscuros ojos entre el blanco del papel y el negro de los cabellos que caían mojados sobre ellos. Pidió un café, esa ancestral y bendita medicina que se había convertido en la panacea, afortunadamente fácil de conseguir, con que Lola ponía punto y aparte a cada acto de su drama particular.
El camarero le sonrió. Lola levantó la cara y le devolvió la sonrisa. Los hombres le sonreían a menudo. Las mujeres ocasionalmente. Los hombres la herían siempre y las mujeres solo alguna vez.
21 octubre 2004
Macho y hembra
La fruta de los siglos
exprimiendo su jugo en nuestras venas.
Mi alma derramándose en tu carne extendida
para salir de ti más buena,
el corazón desparramándose,
estirándose como una pantera,
y mi vida, hecha astillas,
¡anudándose a ti como la luz a las estrellas!
Me recibes
como al viento la vela.
Te recibo
como el surco a la siembra.
Duérmete sobre mis dolores
si mis dolores no te queman,
amárrate a mis alas,
acaso mis alas te llevan,
endereza mis deseos,
acaso te lastima su pelea.
Tú eres lo único que tengo
desde que perdí mi tristeza!
Desgárrame como una espada
o táctame como una antena!
Bésame,
muérdeme,
incéndiame,
que yo vengo a la tierra
sólo por el naufragio de mis ojos de macho
en el agua infinita de tus ojos de hembra!
Pablo Neruda, 1923
-------------------------------------------------------
Hay un lugar en mi piel que pide piel.
Hay un rincón en mi alma que ruega besos.
Hay una llama en mi vientre que manda fuego.
Hay un pellizco en mi pecho que pide agua.
Y una nausea en mis entrañas que ordena ¡Basta!
exprimiendo su jugo en nuestras venas.
Mi alma derramándose en tu carne extendida
para salir de ti más buena,
el corazón desparramándose,
estirándose como una pantera,
y mi vida, hecha astillas,
¡anudándose a ti como la luz a las estrellas!
Me recibes
como al viento la vela.
Te recibo
como el surco a la siembra.
Duérmete sobre mis dolores
si mis dolores no te queman,
amárrate a mis alas,
acaso mis alas te llevan,
endereza mis deseos,
acaso te lastima su pelea.
Tú eres lo único que tengo
desde que perdí mi tristeza!
Desgárrame como una espada
o táctame como una antena!
Bésame,
muérdeme,
incéndiame,
que yo vengo a la tierra
sólo por el naufragio de mis ojos de macho
en el agua infinita de tus ojos de hembra!
Pablo Neruda, 1923
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Hay un lugar en mi piel que pide piel.
Hay un rincón en mi alma que ruega besos.
Hay una llama en mi vientre que manda fuego.
Hay un pellizco en mi pecho que pide agua.
Y una nausea en mis entrañas que ordena ¡Basta!
19 octubre 2004
Del gris al fuego
El cielo no es gris. Es negro.
Hay tormenta y no para de llover.
Paro hoy no estoy triste.
Cambió mi lente y hoy veo la luz que hay más allá de las nubes.
Me dibujas la sonrisa.
Esa sólo es una de las razones. Hay muchas. Aunque tú no las veas. Aunque no las entiendas. Aunque no lo entienda yo, aunque no lo entienda nadie.
Hoy no estoy triste.
No tengo miedo.
Bueno, ahí miento. Sí tengo miedo.
Pero puedo sonreir. Porque empecé a hacer lo que mi corazón desea.
Hay tormenta y no para de llover.
Paro hoy no estoy triste.
Cambió mi lente y hoy veo la luz que hay más allá de las nubes.
Me dibujas la sonrisa.
Esa sólo es una de las razones. Hay muchas. Aunque tú no las veas. Aunque no las entiendas. Aunque no lo entienda yo, aunque no lo entienda nadie.
Hoy no estoy triste.
No tengo miedo.
Bueno, ahí miento. Sí tengo miedo.
Pero puedo sonreir. Porque empecé a hacer lo que mi corazón desea.
15 octubre 2004
Niña Impertinente
"Es una adivinanza"- dijo la niña chasqueándo la lengua con cierta malicia.
La señora la miró con cara de pocos amigos, esbozó una hipócrita sonrisa condescendiente, y volvió a la lectura de su revista, cuidando de que su falda quedara de nuevo colocada donde debía estar.
La niña se quedó mirándola como si esperara una reacción ya conocida. A los pocos segundos, la señora se volvió de nuevo hacia ella, pero ésta vez las posibilidades de que una sonrisa, aun ficticia, asomara a sus labios, eran bastante remotas.
"¿Te importaría dejar de mirarme, niña impertinente?. ¿No te han enseñado modales?"
La niña sonrió ampliamente y dijo con las palmas de las manos vueltas hacia arriba y encongiéndo los hombros:
"Si que lo hicieron. Pero yo nunca los aprendí"
La señora la miró con cara de pocos amigos, esbozó una hipócrita sonrisa condescendiente, y volvió a la lectura de su revista, cuidando de que su falda quedara de nuevo colocada donde debía estar.
La niña se quedó mirándola como si esperara una reacción ya conocida. A los pocos segundos, la señora se volvió de nuevo hacia ella, pero ésta vez las posibilidades de que una sonrisa, aun ficticia, asomara a sus labios, eran bastante remotas.
"¿Te importaría dejar de mirarme, niña impertinente?. ¿No te han enseñado modales?"
La niña sonrió ampliamente y dijo con las palmas de las manos vueltas hacia arriba y encongiéndo los hombros:
"Si que lo hicieron. Pero yo nunca los aprendí"
Despojada
Me he mirado las manos.
Dicen que ahora soy libre. Y me están engañando.
Tengo grilletes y hasta más apretados .
Antes hacía lo que deseaba. Ahora no estoy haciendo lo que quiero hacer ni lo que hago lo hago porque yo lo quiera.
Quizás estoy haciendo lo correcto; pero ¿quién quiere hacer lo correcto?
Quizás estoy haciéndo lo que debo, pero no lo que quiero.
Quizás estoy siendo como debiera, pero no como quisiera.
¿Quién me ha convencido de que ésto es lo que tengo que hacer?
¿Quién me ha logrado amarrar las ansias?
¿Quién le dió calma a mi corazón, si yo lo quería ardiendo?
¿Quién ha dicho que la hoguera estaba mejor apagada?
¿Cómo he dejado que me quiten lo que me mantenía viva?
Mi espejo ya no me dice guapa al asomarme.
Mis manos ya no quieren abrazar.
Mi cuerpo ya no quiere que lo toque nadie.
Mi piel va para gris y mis labios están secos.
Mi cama es triste y yo soy sombra.
Dicen que ahora soy libre. Y me están engañando.
Tengo grilletes y hasta más apretados .
Antes hacía lo que deseaba. Ahora no estoy haciendo lo que quiero hacer ni lo que hago lo hago porque yo lo quiera.
Quizás estoy haciendo lo correcto; pero ¿quién quiere hacer lo correcto?
Quizás estoy haciéndo lo que debo, pero no lo que quiero.
Quizás estoy siendo como debiera, pero no como quisiera.
¿Quién me ha convencido de que ésto es lo que tengo que hacer?
¿Quién me ha logrado amarrar las ansias?
¿Quién le dió calma a mi corazón, si yo lo quería ardiendo?
¿Quién ha dicho que la hoguera estaba mejor apagada?
¿Cómo he dejado que me quiten lo que me mantenía viva?
Mi espejo ya no me dice guapa al asomarme.
Mis manos ya no quieren abrazar.
Mi cuerpo ya no quiere que lo toque nadie.
Mi piel va para gris y mis labios están secos.
Mi cama es triste y yo soy sombra.
11 octubre 2004
Una y otra
Desnuda. Arropada.
Vacía. A la espera.
Errante. Buscada.
Maniatada. Inutil.
Loca. Viva.
Perdida. Perdida.
Deshecha. Otra.
Cansada. Cobarde.
Sola. Cobarde.
Oscura. Iluminada.
Seca. Drenada.
Dormida. Soñando.
Ilusa. Loca.
Incapaz. Abandonada.
Inerte. Letargo.
Enferma. Agonía.
Insensata. Delirante.
Amante. Muerta.
Muerta. Amada.
---------------------------------------------------------------
Paseo por los sueños. Por los míos y por otros.
Tiro piedras en el lago y no hay círculos en el agua.
Abro las manos y no caen los guijarros.
Desato la amarra y empujo la quilla y la barca se queda varada en la arena,
bailando en el agua con las tempestades.
----------------------------------------------------------------
Vacía. A la espera.
Errante. Buscada.
Maniatada. Inutil.
Loca. Viva.
Perdida. Perdida.
Deshecha. Otra.
Cansada. Cobarde.
Sola. Cobarde.
Oscura. Iluminada.
Seca. Drenada.
Dormida. Soñando.
Ilusa. Loca.
Incapaz. Abandonada.
Inerte. Letargo.
Enferma. Agonía.
Insensata. Delirante.
Amante. Muerta.
Muerta. Amada.
---------------------------------------------------------------
Paseo por los sueños. Por los míos y por otros.
Tiro piedras en el lago y no hay círculos en el agua.
Abro las manos y no caen los guijarros.
Desato la amarra y empujo la quilla y la barca se queda varada en la arena,
bailando en el agua con las tempestades.
----------------------------------------------------------------
08 octubre 2004
"Press to Reset"
Va a ser un largo fin de semana.
Debería estar preparando maletas para perderme por algun sitio, como todo el mundo normal en un puente. Pero no soy normal, claro, debería haber caído en la cuenta..... No me acostumbro.
Me quedan por delante un montón de horas para pensar, para requetepensar y volver a pensar. A veces me canso de pensar, de veras. Necesito "resetearme" la mente, depurarla, hacerle una desfragmentación y liberar espacio. Mi corazón también necesita liberar espacio, depurarlo y adecentarlo.......
Quisiera encontrar esa tecla que hace que tu vida se limpie de todo lo innecesario, inservible o en mal estado, que todo vuelva a su sitio, y quede sitio para estar mejor, para sentir cosas limpias y valiosas, para acomodar a la gente que merece un mejor acomodo y sacar a quien no quiere estar, a quien no puede, a quien no lo merece o a quien está creando caos y podredumbre.
Necesito volver a pensarme, a re-crearme a mí misma; necesito mirarme bien, ver lo que realmente merece la pena de mí, trazarme un camino, al menos para empezar a dar pasitos.. No puedo seguir parada, me estoy estancando, hundiendo y pudriendo.
Sed felices tod@s, ¿sí?.. a ver si se me pega!
Debería estar preparando maletas para perderme por algun sitio, como todo el mundo normal en un puente. Pero no soy normal, claro, debería haber caído en la cuenta..... No me acostumbro.
Me quedan por delante un montón de horas para pensar, para requetepensar y volver a pensar. A veces me canso de pensar, de veras. Necesito "resetearme" la mente, depurarla, hacerle una desfragmentación y liberar espacio. Mi corazón también necesita liberar espacio, depurarlo y adecentarlo.......
Quisiera encontrar esa tecla que hace que tu vida se limpie de todo lo innecesario, inservible o en mal estado, que todo vuelva a su sitio, y quede sitio para estar mejor, para sentir cosas limpias y valiosas, para acomodar a la gente que merece un mejor acomodo y sacar a quien no quiere estar, a quien no puede, a quien no lo merece o a quien está creando caos y podredumbre.
Necesito volver a pensarme, a re-crearme a mí misma; necesito mirarme bien, ver lo que realmente merece la pena de mí, trazarme un camino, al menos para empezar a dar pasitos.. No puedo seguir parada, me estoy estancando, hundiendo y pudriendo.
Sed felices tod@s, ¿sí?.. a ver si se me pega!
04 octubre 2004
Bon Apetit!!
Me gusta cocinar.
Siempre acabo inventándome las recetas y nunca hago un mismo plato de la misma forma de una vez para otra. Y siempre están buenísimas, aunque diferentes.
Me paré a pensar si sería capaz de improvisar también una receta para que el plato de mi vida me supiera a gloria; el plato de ahora mismo, el que he de tragarme hoy. Para mañana seguramente no servirá y tendré que inventarme una nueva receta; ni siquiera recordaré los ingredientes que puse hoy, probablemente. Nunca los recuerdo de una vez a otra y no sé si eso es bueno o no; al menos en la cocina me da muy buen resultado.
RECETA PARA UN MOMENTO FELIZ
Ingredientes
Un buen trozo de Necesidad Perentoria
Medio vaso de Lágrimas dejadas en reposo
Un pellizco de Ilusión
Ralladuras de Esperanza
Una cabeza de ajo (es que me gusta mucho....)
Un litro de caldo de cocción de Experiencias Vividas
Una ramita de Perdón a los otros y un costal de Perdón a uno mismo
Un cazo colmado de Amor (del de buena calidad; limpiar de posibles resentimientos en un cedazo bien tupido)
Una cucharita de Besos dados, deseados y soñados, todos mezclados.
Un medida abierta de posibilidades y la justa dosis de sacrificio (cada cual aplique la suya)
Los tiempos de cocción son absolutamente personales. El modo de servirlos a gusto del consumidor y la ocasión ... AHORA
Siempre acabo inventándome las recetas y nunca hago un mismo plato de la misma forma de una vez para otra. Y siempre están buenísimas, aunque diferentes.
Me paré a pensar si sería capaz de improvisar también una receta para que el plato de mi vida me supiera a gloria; el plato de ahora mismo, el que he de tragarme hoy. Para mañana seguramente no servirá y tendré que inventarme una nueva receta; ni siquiera recordaré los ingredientes que puse hoy, probablemente. Nunca los recuerdo de una vez a otra y no sé si eso es bueno o no; al menos en la cocina me da muy buen resultado.
RECETA PARA UN MOMENTO FELIZ
Ingredientes
Un buen trozo de Necesidad Perentoria
Medio vaso de Lágrimas dejadas en reposo
Un pellizco de Ilusión
Ralladuras de Esperanza
Una cabeza de ajo (es que me gusta mucho....)
Un litro de caldo de cocción de Experiencias Vividas
Una ramita de Perdón a los otros y un costal de Perdón a uno mismo
Un cazo colmado de Amor (del de buena calidad; limpiar de posibles resentimientos en un cedazo bien tupido)
Una cucharita de Besos dados, deseados y soñados, todos mezclados.
Un medida abierta de posibilidades y la justa dosis de sacrificio (cada cual aplique la suya)
Los tiempos de cocción son absolutamente personales. El modo de servirlos a gusto del consumidor y la ocasión ... AHORA
01 octubre 2004
Pérdidas
Siento de un tiempo a esta parte que voy perdiendo muchas cosas por el camino.
Tengo la sensación de que en algun recodo del camino, fui dejando trozos de mí misma, algunos que cayeron tan pronto llegaron y apenas se habían hecho un hueco en mi; sin motivos, tan fácilmente como se instalaron, volvieron a dejarme sola.
Pero otros dejan un hueco hondo, que no sé si quiero, puedo o sé rellenar... y algunos trozos no deberían estar, pero siempre se quedan.
Tengo la sensación de que en algun recodo del camino, fui dejando trozos de mí misma, algunos que cayeron tan pronto llegaron y apenas se habían hecho un hueco en mi; sin motivos, tan fácilmente como se instalaron, volvieron a dejarme sola.
Pero otros dejan un hueco hondo, que no sé si quiero, puedo o sé rellenar... y algunos trozos no deberían estar, pero siempre se quedan.
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