Marchábase
Se escurría silencioso,
cegando, embotándome la luz;
me despedía agitando el pañuelo,
su velo a jirones...
porque a esa hora, si me llama,
soy yo la que me voy;
flotando en la consciencia
a perderme, a esconderme, a evitarme...
Marchábase
y me fui a encerrarme en su boca,
fauces serenas que engullen mi ser.