Ese vientre caliente que gesta mi alma:
el fuego encerrado, la calma aparente,
la luz mortecina, la niebla silente, el ámbar desnudo,
la furia amarrada, la lengua paciente, la llama danzante, los ojos clavados,
amarras de seda que ceden despacio,
respiro en silencio, camino en penunmbras, me asomo a las puertas,
solo miro, acaricio, atesoro, acaparo, ambiciono, deseo...
Y por primera vez la espera, la calma, el fuego estrellado
me saben a vino, a leña y a redonda plenitud.
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