Porque esta pobre boca es mía
me asusta ;
esa ausencia de voz, esa nube de dulce verano vacío.
O no es la mía esta boca
que calla sumisa y siniestra,
tan tibia, tan yerma, tan llena de trazos conclusos;
tan falta de besos amargos, tan calma, tan queda,
tan flaca de amor, tan ausente,
tan parca, tan sucia y tan seca.
Tan lenta, tan larga en su muerte,
tan casi todo y tan nada.
Tan llena de miedo y tan corta de vista.