La vida está preñada de magia. No dejes que nadie te convenza de lo contrario.
29 diciembre 2004
Wild, Wild Me
Cuando tenía 10 años, pasé por un kiosco....
Iba de la mano de mi padre, mi hermano, dos años menor, a la otra mano.
Me quedé mirando embobada mientras continuaba caminando por inercia...
De repente, llegué a la esquina y lo perdí de vista y justo entonces mis pies dejaron de caminar.
Mi padre me tiraba de la mano. Yo quieta, mirada perdida mirando hacia atrás.
"¿Qué has visto?"- preguntó. (ya conocía mis paradas silenciosas)
"Quiero un comic del Kiosco"- dije señalando hacia atrás.
Mi padre dio media vuelta. No era una niña muy caprichosa, así que ese gesto lo interpreté como una claudicación total a mis deseos. Claro que, mi pobre padre no se imaginaba que mis deseos, siguiendo el dedo que le indicaba, se iban a posar sobre la portada de "La Espada Salvaje de Conan", (circulito rojo en la esquina derecha con un número 18 en negro enorme incluido).
Mi hermano, extrañamente a su costumbre, se sumó a mi petición entusiasmado dando gritos de: "Sí, si, papi, cómpramelo" (el cambio de poseedor del objeto ya sí era más de su estilo de futuro empresario...)
Mi padre no sabía si pedir cita al oculista para él o al psiquiatra para mí. Antes de decidirlo, me preguntó: "¿por qué quieres ese comic? ¿Seguro que no prefieres el de "Candy"?.....
"No. Quiero a ese de la espada."
"Pues ese es de mayores, ea. " Y nos dimos media vuelta de nuevo.
Yo desistí de explicarle que mi "ese" no hacía referencia al comic, sino al que sostenía la espada, porque intuía o tenía clarísimo, vaya, que el "ese" de la espada era mucho más "de mayores" todavía que el comic....
y el por qué me había quedado embobada mirándolo igual era hasta más "de mayores" aun...
No sé exactamente cuántos meses me costó convencer a mi hermano de que lo comprara a escondidas, ni qué tuve que darle a cambio del comic.
Pero ese día aprendí dos cosas: Que tenía un inquietante lado salvaje y que cuando salía, era tenaz hasta conseguir lo que deseaba....
Babeé por Conan durante años...
Aun me pregunto por qué Arnold Schwarzenegger tuvo que venir a joderla y meterse en su "taparrabos".
¡Un poquito de por favor!
Los personajes de comic son sagrados, ¡hombre ya!
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