Ayer se me fue la madre de un amigo. Era mayor, estaba enferma, era lo lógico; todos lo entendimos y lo asumimos. Es la vida, o eso dicen...
Me puse a pensar por qué la muerte me impresiona tan poco. Soy un ser extremadamente sensible en muchos aspectos... pero la muerte es algo que no me impresiona nada. Mi gente me dice que no me pega , que no entienden que yo que lloro por todo, sea capaz de amortajar al padre de una amiga sin siquiera estremecerme...
Yo tampoco lo entiendo. Pero es así. Ante la muerte soy serena, que no impasible; sé que cuando a alguien se le muere un ser querido no está para ser práctica o eficiente.. Yo estoy para tomar el relevo en esos casos... e incluso cuando se me muere a mí, también tomo las riendas: hago café, preparo la mortaja, organizo la casa para recibir el duelo, hago tila para los que no se aguantan los nervios, abrazo, consuelo, hago las llamadas de rigor, preparo la misa del entierro, no duermo en días, si hace falta...
Me sorprendo a mí misma cada vez que ocurre. Y no sé por qué.
1 comentario:
En ese sentido soy igual.
Cuanto tenia unos 7 años mi madre me mando al psicólogo. Hace poco me entere el porque. En el edificio de al lado al nuestro vivía en planta baja, mi abuelo, yo corría todos los días y entraba por su ventana (era mas practico). Enfermo como estaba, un día muere. Aparentemente yo seguía corriendo por delante de esa ventana como si no significara nada para mi.
El psicólogo dijo que yo actuaba así porque entendía la muerte, y no tenia problema con ella.
Eso no quita que años después me pase la noche llorando por una perra que murió en mis brazos cundo la tuve que llevar al veterinario para practicarle la eutanasia porque el cáncer ya no dejaba que se mueva. Pero el dolor ahí era el sentimiento de haberla matado, no de la muerte en si.
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