Hoy leí un poema.
Al empezar a leerlo, quise cerrar los ojos y abandonarlo...
Sabía que me haría daño, que escarbaría en mi pecho y encontraría la herida que me cuesta ocultar de los ojos curiosos...Lo hizo, porque seguí leyendo arrastrada por su absoluta y demencial belleza.
Me ha contado como es la distancia, me he contado que es más grande cuanto más cerca estás, no me ha querido engañar como hacen los que me consuelan porque me aman; me ha dicho la cruda, desnuda y certera verdad que la esperanza me niega: La distancia es la imposibilidad de cambiar algo.
Gracias LeGui
2 comentarios:
Sé de que hablas... ese poema caló hondo en mas de una persona, tal vez todos sentimos el peso de esa imposibilidad, de esa distancia... la realidad duele, como ese poema.
Cuando me escupen la realidad a la cara tan clara y nítida y a pesar de la inequívoca conciencia de que esa y no otra es la verdad que existe, aun vuelvo los ojos y escucho a la esperanza adularme, me pregunto si es que los hombres y mujeres estamos hechos de utopía y a ella tendemos irremisiblemente....
Quizás por eso es que a pesar de todo seguimos caminando aun destrozados por las caídas y los desengaños... y llegamos a subir siempre aun otro escalón más del que parecía posible....
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